sábado, 19 de enero de 2019

La llegada

Pues ya ha pasado casi un año (a ver...aún quedan meses para el año) y tras este contrato, otros dos después y esperando los siguientes me acuerdo de este blog y me digo...¿por qué no continuar?
Es obvio que allí no tuve tiempo para retomarlo, pero fue una experiencia tan...¿mágica? ¿maravillosa? no sé cómo definirla, de las mejores de mi vida...y me acuerdo de casi todas las vivencias como si me hubieran ocurrido esta mañana.



Pues llegó el momento, después de días de llorera despidiéndome de todo el mundo, dormí en casa de mis padres que me llevarían al aeropuerto al día siguiente, obviamente no dormí una mierda de los nervios, era la primera vez que viajaba sola y soy totalmente negada a la hora de ubicarme y orientarme, mis padres no me lo dijeron, pero estoy segura que estaban preocupados por si no llegaba a la puerta de embarque...también sé que no daban ni un duro por mí y que esperaban que volviera en menos de un mes...peeeeero,,,JÁ, EN VUESTRA CARA, VIEJALES!!!




Después de esperar lo que se me antojó una eternidad subí al avión. Me senté en mi asiento y saqué mis apuntes de francés para ver si practicaba un poco antes de llegar, se me sentó un matrimonio español de mediana edad al lado que intentaban socializar conmigo, pero a mí eso no me va nada, respondí con educación a sus preguntas del tipo "¿qué estás leyendo y por qué?", pues miren, les interesa una puta mierda, pero les dije que me iba unos meses a trabajar a Francia y que necesitaba estudiar un poco, ellos me contaron que era la primera vez que iban a París y que si yo había estado alguna vez antes, les respondí que sí y me preguntaron que quera lo importante, lo que no se podían perder, dónde comer, precios de los museos y restaurantes, etc...mi cara un poema, a ver, que no trabajo en una agencia de viajes y digo yo que si haces un viaje por primera vez a algún sitio te informas un poquito antes de irte, ¿no? Si no te manejas con internet creo que aún siguen vendiendo guías de viaje actualizadas en papel, pero bueno, mis padres me dieron y pagaron una educación así que intenté ayudarles de la mejor manera posible y así me servía para practicar eso de ser amable y tal para mi nuevo trabajo. La conversación terminó antes de que despegara el avión, así que yo me centré en la lectura que me duró poco porque no había dormido una mierda y a mí los transportes me adormecen.

Antes de aterrizar hubo un ratito de turbulencias, y el señor sentado a mi lado tenía la necesidad de ir al baño, lo que la azafata, con poca educación y de manera altanera le dijo al señor en francés que de eso nada, el señor no la entendió, y como todos sabemos la amabilidad y paciencia que tienen los franceses a la hora de comunicarse con los españoles se lo repitió al señor con las mismas palabras en francés y subiendo el tono a un nivel medio-alto, como el señor seguía sin entender se lo dijo casi a gritos ya en inglés, que vale que yo había entendido algo en francés, pero ya con el inglés terminé de entender lo que la azafata le decía al hombre y se lo traduje, la "amable" señorita se fue de allí sin dar las gracias y resoplando de esa manera que solo los franceses saben hacer cuando tienen que comunicarse con españoles y que yo he vivido en mis carnes más de una vez...

Por fin llego a Orly, el matrimonio español se despide de mí y yo les deseo una buena estancia y mucha paciencia, bajo del avión y voy siguiendo los cartelitos para recoger el equipaje hasta que,,,sí, me da vergüenza admitirlo, pero me "pierdo", llega un momento en el que dejo de ver los cartelitos que indican donde recoger el equipaje, vuelvo sobre mis pasos hasta casi la salida del avión, vuelvo a seguir los carteles hasta llegar al mismo punto, intento no tirarme al suelo y echarme a llorar, porque eso soy yo...PURO DRAMA...




Al final hago algo que debería haber hecho desde el principio que era mirar a mi puto derecha y volver a encontrar los cartelitos, no sé por qué pensaba que todos iban a ser ir todo recto, soy rubia...

Una vez ya con mi maletón, salgo de la terminal a buscar el bus Disney, rezando, con los ojos llorosos, no sé si por miedo a volver a "perderme" o por lo que pesaba la bendita maleta. Gracias al cielo encontré pronto la parada pero tuve que esperar ooootra eternidad porque había perdido el anterior bus y pasan cada lustro.
En la parada se me acercó otra familia con dos niños y me preguntaron medio en inglés, medio en esperanto que si esa era la parada para ir a Disney, o eso quise entender yo, les dije que eso esperaba en español y ya se se sabe cómo une encontrar un español en el extranjero, así que otros que querían socializar pero bueno, si era tema Disney me animaba un poco más a hablar, y nada, lo típico, que era su primera vez en Disney de los niños, que ellos estuvieron hace muchísimos años y que la cosa habría cambiado, que si yo había estado en el parque alguna vez, que les aconsejara un poco de atracciones para montar con los nenes y tal, que dónde iba yo con un maletón tan grande (no sé por qué la gente es tan cotilla, en serio, a mí no se me ocurriría preguntarle a nadie esas cosas), "a trabajar en Disney, precisamente" les contesté, "ooohhh" los padres..."ooohhh" los niños...luego la conversación pasó a la importancia de aprender idiomas para trabajar en el extranjero, así que me salió la vena profe y les dije a los niños que tenían que aprender inglés para poder trabajar con Mickey, que el hecho de que yo fuera a trabajar bajo las órdenes de Mickey les flipó.
Una vez llegó el autobús, el padre me ayudó a subir mi maleta muy amablemente y, tras mirar en mi móvil como preguntarle al conductor en francés que si paraba en Val D'Europe, porque no lo tenia tan claro y tras la respuesta positiva del conductor me dirigí a la puerta del autobús mientras escuchaba como la familia también le preguntaba algo y el conductor ni papa de lo que le preguntaban, así que se dirigió a mí esperando traducción, yo pregunto a la familia cuál es la duda y me dicen que ellos van a "marne la vallé", yo les digo que sí, que el autobús pasa por allí y les expliqué dónde tenían que bajarse aunque el conductor va anunciando las paradas (en su caso la gare de Marne La Vallée), pero por si acaso, le dije al conductor en francés chapucero que iban a Marne La Vallée y el conductor que "pues vale",  subimos todos tan contentos y solo quedaba llegar a nuestros destinos.



Llegamos a la gare de Val D'Europe, la mía, y me bajo del bus, y para mi sorpresa veo que la familia baja detrás de mí, bajan mi maleta y empiezan a coger las suyas, el conductor con cara de ¿?, yo con cara de ¿? y les pregunto "¿ustedes no iban a Marne?", "sí, ¿no es esta parada? ¿la "gar" que nos has dicho? y como vas a trabajar en Disney te hemos seguido"..."no...esta es la gare de Val D'Europe, ustedes van a la otra gare!!" yo ya más nerviosa que ellos porque el conductor se estaba subiendo al bus y a ver, que no pasaba nada porque se quedaran allí, porque podían coger perfectamente el RER hasta Disney que es una sola parada, pero con los niños, las maletas, y habiendo pagado el autobús les dije que se subieran, que era fácil llegar, que en la otra estación había más paradas y autobuses, que no se bajaran en los hoteles y le volví a decir al conductor que iban a la gare de Marne, y el conductor que "pues vale", viva la amabilidad francesa!!!!


Una vez llegué a la estación tenía que ir al hotel donde me alojaría esa primera noche, y como no sabía cómo funcionaban los autobuses en Francia, no conocía las líneas y tal, y como soy un rato brutita, cogí mi maleta y me fui andando hasta el hotel que estaba en Serris, más cerca del parque que de la estación, de hecho desde la ventana de mi habitación se veían los hoteles Disney, y allí que fui yo arrastrando mi maleta y parando cada tres pasos porque no podía con mi alma. En una de mis paradas para coger aire me senté en una parada de autobús y miré el plano, al día siguiente SIN DUDA cogía un autobús para llegar a la estación aunque fueran dos paradas (como era el caso). Llegué al hotel, hice el check in sin problemas, el muchacho hablaba inglés y un poco de español, y me fui al centro comercial de Val d'Europe a comer (era ya tardecito y tenía hambruza) y de paso me compré algún trapillo Disney en el Primark, primera toma de contacto con el auchan de allí para coger algo para cenar en el hotel y desayunar-comer algo al día siguiente porque no sabía cómo funcionaba el tema de la firma del contrato y había quedado con otra chica española para no ir solas, pero no tenía ni idea de a qué hora empezaría y a qué hora acabaría todo, así que, mejor estar preparada a desmayarme en mitad de la firma por no tener nada en el cuerpo.


Y así pasó mi primer día sola en tierras desconocidas.



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